La vida de Alexei Boronov, piloto de la VVS, testigo directo de la Gran Guerra Patria, y la caída de Berlín.
28 de diciembre de 2012
Práctica de Combate
9 de diciembre de 2012
Primer vuelo…
Entrenamiento Avanzado II
13 de septiembre de 2012
Una mañana de agosto.
Demoré unos minutos en darme el suficiente valor para cruzar el umbral del edificio. Vi que algunas de las casillas se encontraban atiborradas de volantes, signo inequívoco de que sus moradores habían abandonado la ciudad en las primeras semanas... después era imposible que lo hicieran, dada la prohibición establecida por el camarada Stalin de abandonar la ciudad. Subo los escalones, despacio, hasta llegar a la puerta del departamento. Siento una extraña emoción al sentir como los pasos se acerca a la puerta segundos después de haber llamado con mis nudillos, que inconscientemente han tocado con el ritmo de años... la luz aparee tras la puerta abierta, y los azules ojos de mi madre se llenan de lagrimas al verme. Luego el silencio absorbe todo, mientras solo atino a abrazarla...
27 de mayo de 2012
Entrenamiento Avanzado
10 de agosto de 1941
Atrás quedaron las semanas de entrenamiento básico, en donde la función de los Serzhant era la de sacar lo mejor (o pero, no lo se…) de nosotros. El Serzhant Afanasiy Kozlov era un recio gigantón de casi dos metros diez centímetros, natural de Smolensk. Con fuertes brazos nos daba ordenes que empequeñecía nuestros débiles y amoratados miembros. Su voz – su vozarrón, en realidad – nos ladrada ordenes que a fuerza de la costumbre se fueron grabando en nuestra psique. Así, pasamos de ser un pequeño, lastimoso, y penoso grupo de egresados de secundaria y algunos estudiantes de licenciatura, en pulidas y engrasadas máquinas de combate, ardientes de vengar a nuestra Rodina! Los fascistas pagarán muy caro su atrevimiento!
Nuestro paso al entrenamiento avanzado no fue un evento importante para el centro de entrenamiento. El Serzhant Kozlov nos hizo formar fuera de las barracas, cerca de las 21 horas. No veíamos mucho, por la oscuridad forzada para evitar ataques enemigos. Pero una leve luz de luna nos ayudaba. Kozlov se cuadró ante nosotros, en una suerte de despedida. Pronto seríamos, si pasábamos la segunda parte del entrenamiento, Mladshiy leytenant, y quizás alcanzáramos el mando de una eskadrily, con la que llevaríamos la venganza a las tierras alemanas. Por lo menos era la esperanza de Kozlov, que combatiéramos hasta el final, y si nos quedaban fuerzas… lancen su avión en un Taran contra los fascistas!. Su deseo nos inflamó el patriotismo, aunque la palabra taran nos heló los huesos…