12 de febrero de 2011

Una Visita Inesperada

18 de junio de 1941

08:15

Han pasado dos días de silencio en los cuales mis padres parecen ocultar algo. Del tío Vasily… no lo he visto desde esa mañana, hace dos días, en los que nos sorprendió a todos (bueno, no se si a mis padres) con su uniforme de solapas verdes. No se que pensar; el tío, tan afable y divertido. Cuesta imaginarlo como oficial de la NKVD. La cosa es que hasta mi abuela no asoma ni su nariz fuera de la cocina. Por lo menos desde mi ventana veo el sol, pero recuerdo el pesimismo de Lev, y lo que la guerra de invierno hizo en nuestro héroe; me preocupa que pueda hacer algo, como hemos escuchado que ha pasado con otros que volvieron. Pero a la vez no puedo dejar de pensar en lo lejos que estoy de sus decisiones, y más aun de ser el indicado para preguntarle.

16:30

Las voces de mis padres y de mi tío conversando en la sala retumban como ecos, a pesar del cuidado que ponen en bajar la voz. Tendido en la cama me llegan, como el rumor de las olas, algunas palabras que me sobresaltan: peligro, ataque, fascistas, frontera… se juntan en mi cabeza en un desagradable guiso que no quiero mirar. Hay rumores (siempre los hay) de que la frontera oeste está en tensión. Incluso algunos dicen que se han visto aviones alemanes sobrevolando nuestro territorio. ¿Podrían ser ciertos? ¿Es que los nazis romperían su palabra y nos atacarían? El camarada Stalin previó esto, con el tratado que firmó el ministro Molotov para la paz entre nuestras naciones. ¿No será solo propaganda de los antisoviéticos, como nos dicen en el Komsomol?.

23:25

Quiero creer en lo que nos dicen, pero a la vez no puedo evitar pensar en que algo sucede. Mis padres no dicen nada, y mi tío se fue tan de improviso como llegó.

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