18 de febrero de 2011

La Calma…

21 de junio de 1941

Ha sido un día estupendo. Hemos almorzado todos juntos, como en los viejos tiempos; hasta mi abuelo buscó entre sus cosas su viejo acordeón, y con su voz ronca nos cantó aquellas conocidas canciones, que se tornaban aun más cálidas al cantarlas todos juntos, aun cuando nuestras voces no fueran las mejores. Además, vi a mis padres bailar, como hace tiempo que no lo hacían. Hasta la abuela acompañaba con las palmas…

Luego, con el efecto de la vodka, todos parecieron ser embargados por una sensación de laxitud. Reflexionaban sobre la buena vida, aquellos paseos familiares, el nacimiento o matrimonio de tal o cual, en fin… acontecimientos que solo revivían tras el vívido relato de quienes los presenciaron, y que ahora parecían diluirse en los restos de alcohol en los vasos, o en el humo de los cigarrillos…

Con todo, ha sido un día largo, pero a la vez un día para recordar… porque son infrecuentes los momentos para compartir con la familia… un fugaz pensamiento me atrapa; pienso en aquellas familias en guerra, forzadas a separarse, con el miedo del nefasto aviso de la muerte del ser querido en el frente, o bien, la calma rota con el incesante bombardeo enemigo… Espero que la patria se mantenga lejos de todo esto…

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