14 de noviembre de 2010

Lev y Finlandia (I)

15 de junio de 1941

Hoy he visto a Lev, un viejo conocido de los pioneros. Cuando yo era aún un niño y comenzaba en los pioneros, él era quizás el miembro más representativo de la organización. Siempre destacaba en todo, especialmente en las excursiones y en los deportes, y más destacó en el Komsomol, por sus lúcidas reflexiones sobre Marx y Lenin. Era, sin lugar a dudas, el prototipo del ciudadano soviético. Por eso a nadie extrañó que siguiese los pasos de su padre en la VVS, quien además se ofreció como voluntario para volar por el bando republicano en España, labor que cumplió diligentemente hasta que su avión cayó envuelto en llamas. Dos años después, en 1938, Lev se unía a la VVS, siguiendo el ejemplo de su padre, y de otro de sus héroes, Anatoly Serov. Desde ese año que no lo veía, físicamente. Todo esto que escribo lo sé por lo que nos cuentan en el Komsomol, especialmente sobre sus proezas en Polonia y Finlandia.

Esta tarde, al vernos por accidente, nos hemos cruzado algunas palabras, aunque me llamó la atención la seriedad de su rostro, que contrastaba con los brillantes botones del uniforme, y más aun destacan sus ojos, que componían más bien una mirada ausente, con un dejo de tristeza, muy distante de aquella imagen que nos habían contado en el Komsomol. Quedamos de juntarnos el próximo miércoles 18, cuando quedara libre de algunas actividades en Kubinka.

01:35 Suena la puerta del apartamento, pero abren antes de levantarme. Escucho unos saludos apagados, y el sonido de unas botas que me parece familiar. Luego de algunos ruidos, silencio nuevamente. Estoy demasiado cansado para averiguar…

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